La relación entre la meditación y la hipnosis, por Osho

Sólo esto: la hipnosis es necesaria para sacar las falsas espinas clavadas en tu cuerpo.

Un ejemplo de hipnosis es cuando te digo que sientas que el cuerpo se relaja. Eso es hipnosis.

En realidad, tú mismo has asumido que el cuerpo no puede relajarse. Para anular esta suposición, la hipnosis es necesaria, de lo contrario no. Si no fuera por tu falsa suposición, al sentir que el cuerpo está relajado, se relajará. Las sugestiones que te doy no son realmente para relajar tu cuerpo, sino para quitarte la creencia de que el cuerpo no puede relajarse. Esto no puede hacerse sin crear una contra creencia en ti de que el cuerpo se relaja. Tu falso concepto será neutralizado por este otro concepto, y cuando tu cuerpo se relaje, sabrás que está relajado.

La relajación es una cualidad natural del cuerpo, pero se han llenado de tanta tensión que ahora tienes que hacer algo para deshacerte de ella.

Hasta aquí llega la hipnosis. Cuando empiezas a sentir que el cuerpo se relaja, que la respiración se relaja, que la mente se calma… eso es hipnosis. Pero sólo hasta este punto. Lo que sigue después es la meditación, hasta ese punto no hay meditación. La meditación comienza después de eso, cuando estás en el estado de conciencia. Cuando te vuelves consciente en tu interior, cuando empiezas a presenciar que el cuerpo está relajado, que la respiración está relajada, que los pensamientos han cesado o siguen moviéndose, cuando empiezas a observar, sólo observar. Este observar, este estado de presenciar es meditación. Todo lo que hay antes de eso es sólo hipnosis.

Así que la hipnosis significa un sueño cultivado. Cuando no tenemos sueño, inducimos el sueño; hacemos un esfuerzo, invitamos al sueño. También se puede invitar al sueño si nos preparamos para él y entramos en un estado de “dejar ir”.

Pero la meditación y la hipnosis no son la misma cosa. Por favor, entiende esto. Mientras te sientas de acuerdo con mis sugestiones, eso es hipnosis. Una vez que sientas que mis sugestiones se detienen y comienza la conciencia, ese es el comienzo de la meditación. La meditación comienza con la llegada del estado de presencia.

La hipnosis es necesaria porque te metiste en un tipo de hipnosis inversa. En términos científicos, esto no es hipnosis, es deshipnosis. Ya estamos hipnotizados, aunque no seamos conscientes de cómo nos hemos hipnotizado y qué tipo de trucos hemos utilizado para crear esta hipnosis. Hemos vivido la mayor parte de nuestra vida bajo la influencia de la hipnosis. Y cuando queremos ser hipnotizados, no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo. Vivimos toda nuestra vida así. Si esto se aclara, el hechizo hipnótico se romperá, y una vez que esta hipnosis se rompa, será posible entrar en el interior, porque la hipnosis, básicamente, es un mundo de no realidad.

Por ejemplo, un hombre está aprendiendo a andar en bicicleta. Para practicar, empieza en una carretera de veinte metros de ancho, y hay un mojón en el borde. Aunque el hombre decidiera conducir con los ojos vendados por esa carretera ancha, hay muy pocas posibilidades de que choque con el mojón. Pero el hombre aún no sabe andar en bicicleta.

Nunca mira a la carretera; sus ojos detectan primero el mojón y el miedo a chocar con él se apodera de él, queda hipnotizado. Decir que se hipnotiza significa que ya no ve la carretera, sino que empieza a ver sólo el mojón. Tiene miedo y el manubrio de su bicicleta empieza a girar hacia el mojón.

Cuanto más gira el manubrio, más miedo tiene. El manubrio, por supuesto, girará hacia donde esté su atención, y su atención está en el mojón porque tiene miedo de chocarlo. Así que la carretera desaparece de su vista y sólo queda el mojón. Hipnotizado por él, se dirige hacia él. Cuanto más se acerca a él, más se asusta; cuanto más se asusta, más se acerca a él. Finalmente, llega al mojón.

Viendo esto, cualquier persona inteligente podría preguntarse cómo en un camino tan ancho, el hombre llegó al mojón. Obviamente, estaba hipnotizado. Se concentró en él para salvarse de chocarlo. Cuando su mente se fijaba en él, sus manos giraban automáticamente la bicicleta en esa dirección. Cuanto más asustado estaba, más tenía que concentrarse en el mojón. Quedó hipnotizado por él; su miedo le atrajo hacia la él, y finalmente se estrelló contra él.

En la vida, a menudo cometemos los mismos errores que preferiríamos evitar. Quedamos hipnotizados por ellos. Por ejemplo, un hombre tiene miedo de perder la tranquilidad y enfadarse. En esa situación, se encontrará enfadado veinticuatro veces en veinticuatro horas. Cuanto más miedo tenga de enfadarse, más se verá hipnotizado por la ira. Entonces buscará excusas para enfadarse las veinticuatro horas.

Otro hombre que tiene miedo de mirar a las mujeres hermosas porque podrían excitarlo sexualmente, verá mujeres hermosas las veinticuatro horas. Con el tiempo, incluso las mujeres feas le parecerán hermosas; incluso los hombres empezarán a parecerle mujeres. También las mujeres en fotos y carteles comenzarán a atraerlo, a hipnotizarlo. Esconderá fotos de mujeres desnudas en el Gita y el Corán, y las mirará sin preguntarse cómo puede estar tan hipnotizado por meras líneas y colores. Siempre ha querido salvarse de las mujeres y ahora les tiene miedo; ahora ve a las mujeres en todas partes. Ya sea que vaya a un templo o a una mezquita, o a cualquier otro lugar, no ve más que mujeres. Esto también es hipnosis.

Una sociedad que está en contra del sexo acaba por volverse sexual. En una sociedad que denuncia el sexo, toda su mente se volverá sexual, porque estará hipnotizada por la misma cosa que critica; toda su atención se concentrará en ella. Cuanto más hable una sociedad del celibato, más sucias y lascivas serán las personas que nazcan en ella. La razón es que hablar demasiado del celibato centra la mente en la sexualidad. Todo esto es hipnosis, creada por nosotros, y estamos viviendo en ella. El mundo entero está enredado en esta hipnosis. Y es difícil de romper, porque la hipnosis crece junto con cualquier intento que hagamos para romperla.

Así, sólo Dios sabe cuántas clases de hipnosis hemos creado y seguimos creando para nosotros mismos. Y luego vivimos con ellas. Es necesario romperlas para que podamos despertar. Pero para cortar esta falsa red, necesitamos descubrir los falsos significados.

En cierto modo, toda sadhana, toda práctica espiritual, está destinada a eliminar la falsedad de nuestro entorno.

Y así, toda sadhana es falsa. Los métodos ideados en todo el mundo para ayudarnos a alcanzar a Dios son falsos, porque nunca nos hemos alejado de él. Sólo en el pensamiento hemos estado lejos de él.

Es como si un hombre durmiera en Dwarka y soñara que está en Calcuta. Ahora, en su sueño, empieza a preocuparse: su mujer está enferma y él está en Calcuta; debe volver a Dwarka. Va de un lado a otro preguntando a la gente, revisando los horarios de los trenes y los vuelos de avión, para volver a Dwarka lo antes posible. Pero cualquier indicación que reciba sobre cómo llegar a Dwarka será errónea, le traerá problemas, porque en primer lugar no está en Calcuta. Fue sólo un sueño, una hipnosis. Cualquier camino que alguien le muestre para regresar a Dwarka sólo lo meterá en problemas.

Ningún camino tiene sentido; todos los caminos son falsos. Incluso si el hombre regresa a Dwarka, la ruta que tomaría sería falsa. No puede encontrar el camino correcto de vuelta porque nunca puede haber uno: en primer lugar, nunca fue a Calcuta. ¿Qué significa para él encontrar el camino de vuelta? El tren en el que viajará a Dwarka será tan falso como lo era Calcuta. Todas las estaciones por las que pasará en su camino de vuelta serán falsas. Entonces llegará a Dwarka y se despertará feliz. Pero se sorprendería al descubrir que nunca había ido a ninguna parte, que había estado en su cama todo el tiempo. Entonces, ¿cómo regresó? Su ida era falsa y su regreso también.

Nadie ha ido nunca fuera de Dios. No se puede, porque él está por todas partes, no hay manera de salir de él. Por lo tanto, toda ida es falsa, todo regreso es falso. Y sin embargo, como ya hemos salido en un viaje imaginario, tendremos que volver; no hay otra manera. Tendremos que encontrar los medios para volver. Pero una vez que hayas regresado, descubrirás que todos los métodos eran falsos, toda la sadhana era falsa. Era necesaria para traernos de vuelta del sueño. Una vez que hayamos comprendido esto, tal vez no haya que hacer nada entonces, y de repente descubrirás que has regresado. Pero esto es difícil de entender, porque ya estás en Calcuta. Puedes decir: «Lo que dices es correcto, pero ya estoy en Calcuta. Muéstrame el camino el camino de vuelta».

-Osho, Y ahora y aquí, capítulo 4, El regreso a la fuente


El secreto de la hipnosis

Es que te lleva al inconsciente, y entonces puedes poner la semilla de cualquier cosa en el inconsciente, y crecerá y florecerá. El florecimiento ocurrirá en el consciente, pero las raíces permanecerán en el inconsciente.

En mi opinión, la hipnosis va a ser una de las partes más significativas de la escuela del misterio. Un método tan sencillo, que sólo exige un poco de confianza, un poco de inocencia, puede traer cambios milagrosos en tu vida, y no sólo en las cosas ordinarias. Poco a poco puede convertirse en el camino de tu meditación. Meditas, pero no tienes éxito. No consigues observar; te mezclas con los pensamientos, te olvidas de observar. Más tarde recuerdas: «Iba a observar, pero estoy pensando». La hipnosis puede ayudarte; puede hacer que el observador y los pensamientos se separen.

Para el crecimiento espiritual no creo que haya nada más importante que la hipnosis.

-Osho, Más allá de la Psicología


La importancia de la auto hipnosis

Después de unas cuantas sesiones en las que estés hipnotizado, iniciará una nueva fase: la auto hipnosis.

En los estados hipnóticos profundos te dirán: «Ahora eres capaz de hipnotizarte a ti mismo: no me necesitas, no necesitas a nadie más». Así que no van a utilizar la hipnosis para crearte una esclavitud espiritual. Se usará para darte más libertad espiritual de la que nunca antes tuviste. Y el día que puedas hipnotizarte a ti mismo es un gran día; se ha logrado algo valioso.

Entonces puedes hacer milagros sobre ti mismo. Puedes cambiar las cosas que siempre has estado tratando de cambiar; pero cuanto más tratas de cambiarlas, más difícil se vuelve.

-Osho, Más allá de la Psicología

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