Primal, Rock y Meditación

Primal
La terapia Primal y las bandas de Rock nacieron en el mismo período: inicio de los años setenta. Ambos os fenómenos respondiendo a la misma necesidad: el deseo de la generación posguerra de expresar y liberar su energía y rebeldía reprimidas, frenadas en la infancia por la educación rígida impuesta por los padres.
La juventud que iba a los conciertos de Rock ya no estaba satisfecha en seguir los pasos de los mas viejos. De la misma forma, las personas que buscaban la Terapia Primal ya no estaban obedeciendo a las expectativas de sus padres. Ambos necesitaban gritar y liberar su energía emocional.
Sin embargo, la búsqueda colectiva por una nueva forma de vivir no se detuvo con esta rebelión inicial. Un poco después, esta ruptura con el pasado se convirtió, para muchos jóvenes, tan repetitiva y tan ausente de creatividad como el modo de vida de sus padres. En ese punto, algunos oyeron el llamado de la espiritualidad como la mejor manera de buscar la verdad y la paz interior.
Fue cuando ocurrió el encuentro de Oriente con Occidente. Osho fue el primer místico oriental en introducir nuevos métodos que unían las diferencias entre estos dos mundos. Él comprendió que para ayudar a los occidentales a encontrar el verdadero silencio interno, sería necesarios métodos para borrar las voces del pasado que aturdían nuestras mentes.
Por primera vez en la historia, la terapia tuvo espacio en el campo espiritual. La Terapia Primal de Osho se convirtió en una herramienta de limpieza del inconsciente y de liberación de las tensiones del cuerpo para antes de sentarnos silenciosos en meditación.
Nacido dos veces
Mucho ha cambiado desde los años setenta. A pesar de que el Rock todavía ocupa un lugar de honor en la música, hay muchos otros sonidos que que reflejan el espíritu de nuestro tiempo.
De la misma manera, la Terapia Primal también sufrió cambios. Gritar y rebelarse todavía son parte de esto, pero no son los únicos componentes.
La rabia reprimida ya no es el único obstáculo para la paz interior. Un nuevo y poderoso factor se volvió el centro de nuestra angustia interna: el stress. El gran enemigo del nuevo milenio requiere métodos terapéuticos más sutiles. Todos nos estresamos intentando acompañar el ritmo de vida actual y terminamos siendo negligentes con nosotros mismos.
Como consecuencia, nuestro niño interior – que existe en nosotros como una realidad emocional viva – nuevamente se siente herido y abandonado, congelando energía. Podemos funcionar, pero no podemos realmente sentir. En este estado de desconexión de nuestros sentimentos, la meditación no se profundiza. Para rescatar a este niño, necesitamos de tiempo y espacio para alcanzar la raíz de este congelamiento. Forzar no ayuda.
Primero necesitamos hacer contacto con él y descubrir como podemos volver a nutrirlo. El resultado es siempre sorprendente: una vez reconocido y aceptado, el niño en nosotros libera esta gran cantidad de energía, que estaba congelada, de vuelta para nuestra vida adulta.
Hoy en día, la Terapia Primal como la ofrecemos sirve para todos los que buscan inspiración y energía. Para los que quieren hacer las paces con el pasado y seguir adelante. Es un renacimiento, una puerta para la meditación y la paz interior.
Esta es la razón por la cual nos gusta llamar a nuestro trabajo como “Nacido dos veces – Primal, descondicionamiento de la infancia”. Este nombre refleja tanto el trabajo terapéutico necesario para descubrir lo que está condicionado y lo que no es esencial en nosotros, como también el espacio meditativo donde podemos reconectar individualmente con lo que es natural y esencial en nosotros.
Esto puede ser realizado en grupo como en una serie de diez sesiones individuales. El formato en grupo oferece una fuerte conexión y sistema de apoyo entre los participantes. Y la serio de sesiones ofrece una observación más específica al condicionameinto individual.
Tomado del libro «Twice Born” de Premartha & Svarup.
Fuente: Osheanic International